Un plato sencillísimo, para dejar alucinados a tus amigos.
Vamos a jugar con las sorpresas, nada es lo que parece. Y si queréis lo podéis presentar como un helado de vainilla almendrado, con esferificaciones de chocolate.
Partimos de un pastel de cabracho rico, la mayoría de los comprados dejan bastante que desear. Si no os queréis equivocar, ya sabéis en el RINCÓN DE LA ALACENA . francisco Pizarro 27- Zamora, lo tenéis, rico y barato.
Con un saca bolas de helado grande, hacemos lo propio y la colocamos en un plato hondo.
Hacemos una mahonesa con dos dientes de ajo negro, y ponemos una pequeña cantidad encima de la bola.
Colocamos a modo de sombrero una loncha fina de un lomo de bacalao desalado.
Preparamos un cuscús de la forma clásica, misma cantidad de caldo de pescado hirviendo, con una bolsita de tinta de calamar. Retiramos del fuego y ponemos la misma cantidad de cuscús. Movemos y dejamos unos minutos, a que esté.
Para finalizar nuestro trampantojo, teñimos con polvo de bronce unas almendras en grano, y las tiramos por encima del sombrero de bacalao, y por el fondo del plato.
Mojamos todo con un pelín de AOVE.
Ya sabéis cualquier cosa que necesitéis.
EL RINCÓN DE LA ALACENA.
Otra versión en forma de canapé o tapa.
15 minutos, no más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario